Tema: Teoría crítica y práctica pedagógica.

“La experiencia educativa para Paulo Freire está enmarcada como práctica de la libertad, esto es, como praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo y en la medida que lo transforma realiza su libertad” (Soto y Bernardini, p.295). De acuerdo a las palabras de los autores Freire está consciente del papel fundamental que posee el individuo en su formación académica, es importante que en la práctica docente el estudiante se sienta parte de su proceso de adquisición de conocimiento y no un mero número o mero ente pasivo que sólo está para repetir innecesariamente todo lo que se le está “enseñando”.
“El hombre, para Freire, es un ser integrado, esto es, activo; el animal es un ser adaptado, ajustado. Por ser, precisamente, el hombre un ser integrado, su lucha viene siendo, a través del tiempo, la de superar los factores que lo hacen acomodado o ajustado” (Soto y Bernardini, p. 297). Es a raíz de toda su lucha que Freire lleva a cabo esa teoría crítica, es decir, aquella que no sólo se preocupa por preceptos y que estos se cumplan, sino que además atiende a la necesidad de un cambio de paradigmas.
Es de ahí de donde surge la idea de un Freire que lucha por la educación liberadora que tiene su antagonista en la educación bancaria. A modo de esquema puede verse representado de la siguiente manera
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Fuente propia. |
De acuerdo con González Monteagudo,
Freire formula dos grandes modelos educativos, que sólo pueden aprehenderse cabalmente en su mutua oposición. El modelo bancario supone la existencia de un educador que lo sabe todo y de un estudiante que lo ignora todo. La enseñanza se entiende aquí como depósito, transmisión e instrucción mecánica. La actividad educativa se desarrolla de acuerdo con una rígida previsión, en base a textos escritos formalistas y de espaldas a la realidad personal y social de los estudiantes. En el modelo liberador, por el contrario, la tarea educativa se sustenta en la idea de que tanto educador como educando saben y aprenden a la vez que enseñan (aunque Freire no es un pedagogo libertario o espontaneista, y piensa que los papeles de educadores y educandos no se pueden identificar).
Así que la puesta en práctica de una pedagogía crítica supone el rompimiento de ese modelo a la creación y mejoración de aquel que promueva la libertad del individuo. Se habla de libertad entendiéndose como aquella que promueve que un ejercicio de mente en el estudiante o individuo, es decir que le permite por sí mismo la liberación de ideas y mitos, de aspectos que por propia abstracción ha comprendido que no le son necesarias.
Además liberadora en el sentido de que también se emancipe del poder, debemos recordar que Freire maneja todo el discurso pedagógico también desde una visión política, al educar a los analfabetos no sólo les está proporcionando herramientas de orden educativo sino también de libertad de conciencia y de libertad de opinión, los ayuda a ser un poco más independientes del poder político que los usa y los manipula al respecto González también afirma,
La separación entre la educación y la política, sea por ingenuidad o por astucia, es algo no sólo irreal, sino peligroso, puesto que "pensar en la educación desconectada del poder que la establece... reduce la educación al ámbito de las ideas y de los valores abstractos, que el educador alimenta en el interior de su conciencia sin darse cuenta del condicionamiento que lo hace pensar de ese modo"
Sólo cuando percibimos el mito de la neutralidad de la educación podemos comprender las diferencias que existen entre una práctica verdaderamente crítica y la práctica no crítica, sea en su versión ingenua, sea en su versión astuta
Una educación que permita al individuo una libertad de conciencia hace más que aquella que sólo se ha centrado en la enseñanza de contenidos y contenidos. A esto se una la idea de un profesor crítico que sea capaz de decodificar en la sociedad en que se encuentra sumergido, el discurso que impera, y si este no está nada más que para automatizar debe levantar su voz y ejercer el poder que tiene para que las malas ideas no fluyan a esto anterior acota el autor lo siguiente,
La importancia del educador y de su papel viene siendo resaltada por Freire en todos sus escritos. El educador debe asumir una profunda coherencia entre el discurso que pronuncia y la práctica que desarrolla. El educador se mueve entre varios polos tensionales: la palabra y el silencio; la práctica y la teoría; y el aquí y ahora suyos en relación con el aquí y el ahora de los educandos
Lo que debe importar por lo tanto es la creación de esa conciencia, con respecto a esto cabe señalar que en nuestro país se presentó la oportunidad de poner a prueba esto, con las diferentes luchas sociales que se han presentado, recuérdese Combo ICE, TLC, la educación representó la oposición más grande a estos movimientos. Si bien es cierto el poder político dominante del país apostaba por un sí a ambos proyectos y manipulaba en cierta medida las notas, la prensa y hasta a los negociadores, la educación por su lado representó esa fuerza que despertaba al pueblo a luchar, así que en estos procesos acaecidos en nuestro país pudo verse ejemplificada la idea de Freire.
Bibliografía.
SOTO, J. Y BERNARDINI, A. (2008). La educación actual en sus fuentes filosóficas. San José: EUNED. pp. 293-302.
González, J. La pedagogía crítica de Paulo Freire contexto histórico y biográfico. Recuperado el 23 de marzo de 2011. Tomado de http://volens.be/IMG/pdf/pedagogia_critica_paulo.pdf
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